martes, 19 de abril de 2011

ALFABETO GRIEGO.



El alfabeto griego es un alfabeto de veinticuatro letras utilizado para escribir la lengua griega. Desarrollado alrededor del siglo IX a. C. a partir del alfabeto silábico fenicio, los griegos adoptaron el primer alfabeto completo de la historia, entendiéndolo como la escritura que expresa los sonidos individuales del idioma, es decir que cada vocal y cada consonante tienen un símbolo distinto.
Su uso continúa hasta nuestros días, tanto como alfabeto nativo del griego moderno como a modo de crear denominaciones técnicas para las ciencias, en especial la matemática, la física, la astronomía y la informática.

Antecedentes

Lineal B

Antes de la elaboración de este alfabeto, los griegos empleaban un silabario para la escritura, llamado sistema lineal B, utilizado en Creta, y zonas de la Grecia continental como Micenas o Pilos entre los siglos XVI a. C. y XII a. C. Los fragmentos conservados en lineal B están escritos en lo que parece una versión primitiva de los dialectos arcado-chipriota y jónico-ático, un dialecto llamado micénico. El lineal B se desarrolló a partir de un silabario anterior, llamado Lineal A, empleado para escribir el idioma eteocretense, una lengua proto-indoeuropeafonética del dialecto micénico. Ésta y otras razones llevaron a su abandono y al desarrollo de un alfabeto completamente nuevo hablada por los nativos cretenses antes de la invasión griega de la isla, y no representa del todo correctamente la fonetica del dialecto micenico.



Adaptación del fenicio

Se cree que el alfabeto griego deriva de una variante del fenicio, introducido en Grecia por mercaderes de esa nacionalidad. El fenicio, como los alfabetos semíticos posteriores, no empleaba signos para registrar las vocales; para salvar esta dificultad, que lo hacía incompleto para la transcripción de la lengua griega, los griegos adaptaron algunos signos utilizados en fenicio para indicar aspiración para representar las vocales. Este aporte puede considerarse fundamental; la inmensa mayoría de los alfabetos que incluyen signos vocálicos se derivan de la aportación original griega. Además de las vocales, el griego añadió tres letras nuevas al final del alfabeto: fi y ji, para representar sonidos aspirados que no existían en fenicio, y psi.
Ya en época clásica algunas letras desaparecieron del alfabeto; la digamma, que adaptaba la vav fenicia, se utilizaba sólo en algunos dialectos occidentales, y desapareció antes del período clásico; la san, homófona con sigma, fue desplazada por ésta última; la qoppa, una adaptación de la kof fenicia cuyo sonido —una explosiva uvular— no existía en el griego.
En la región de Jonia se desarrolló un sistema de numeración en el que cada letra representaba un número. Las letras que dejaron de usarse en el alfabeto (digamma, san y qoppa) se conservaron en el sistema de numeración, y para completar la serie de las centenas se introdujo además la letra sampi. Estas letras se volvieron obsoletas mucho antes de que se desarrollara la forma minúscula de escritura; las formas minúsculas de digamma, qoppa, san y sampi son inferencias reconstructivas a partir de formas manuscritas en su uso para la numeración. Si bien responden a hipótesis muy robustas sobre el uso de la grafía, están sólo parcialmente basadas en el uso histórico; para el valor numérico de digamma (6) era mucho más común escribir la combinación στ o la forma ligada esto se denomina alfabeto griego


Variantes del alfabeto

Originariamente existieron variantes del alfabeto griego, siendo las más importantes la occidental (calcídica) y la oriental (jónica). La variante occidental originó el alfabeto etrusco y de ahí el alfabeto romano. Atenas adoptó en el año 403 a. C. la variante oriental, dando lugar a que poco después desaparecieran las demás formas existentes del alfabeto. Ya para esta época el griego había adoptado la escritura de izquierda a derecha, mientras que originalmente se había empleado para ello el bustrofedon (la alternancia de líneas de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, de manera que se empezaba por el lado donde se había concluido la línea anterior, invirtiendo todos los caracteres en dicho proceso).
Situando las posibles fuentes del alfabeto griego tanto en una antigua variante semítica norte como en el fenicio o el proto-cananita, lo realmente innovador del alfabeto griego es la introducción de las vocales. Las primeras vocales fueron alfa, épsilon, iota, ómicron e ípsilon. Si se contempla el proceso de creación del alfabeto griego como resultado de un proceso dinámico basado en la adopción de varios alfabetos semíticos, encontrando incluso influencias del Lineal B, a través del tiempo, se podría dar una explicación más satisfactoria a su origen que las teorías que postulan una adaptación única de un alfabeto determinado en un momento dado.

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